Productos ibéricos de bellota: el cerdo ibérico

El cerdo ibérico es la base de cualquiera de los productos que elaboramos. Se trata de una raza de porcinos muy particular, la cual se constituye como la materia prima del alimento por excelencia de todo el territorio español. Es fundamental tener en cuenta que la carne que se puede obtener de este tipo de puercos es sumamente apreciada por los chefs y restaurantes de todas partes del mundo. Por otro lado, no podemos obviar el hecho de que sólo en algunas zonas del país se crían estos cerdos, en régimen de libertad, por lo que no es difícil concluir el vasto valor que tienen las carnes ibéricas.

Nuestra empresa se encarga precisamente de la elaboración, la venta y la exportación de estas auténticas delicias españolas, siendo la calidad de nuestros productos lo que nos distingue en gran medida. Es de suma importancia considerar que para que esto sea posible, la buena crianza de los cerdos ibéricos resulta esencial. Los puercos que formamos provienen de razas atentamente seleccionadas, sin dejar de mencionar que están cuidados bajo rigurosas normas de higiene, bienestar animal y sanidad. Asimismo, la alimentación de los animales es primordial para que el producto final esté a la altura, por lo que nuestros puercos consumen bellotas y hierbas naturales.

En esta ocasión en particular describiremos al cerdo ibérico, con el fin de que nuestros clientes puedan informarse al respecto de este animal tan particular, el cual se constituye como la materia prima de productos exquisitos que no tienen desperdicio alguno.

El cerdo ibérico sobresale por su carácter tranquilo y lento, sin dejar de hacer referencia a que es muy fácil de conformar. Asimismo, cabe destacar que es prácticamente imposible alterar a estos puercos: ni la sequía, ni el calor extremo ni los vientos fríos parecen perturbarlos. Su raza es medio salvaje, ya que los porcinos en cuestión habitaron durante siglos el sur y el suroeste de España. Su hábitat natural son las dehesas, los bosques con población reducida de encinares y los alcornocales de hoja perenne que se extienden por Extremadura y algunas comarcas tanto de Castilla como de Andalucía.

Su alimentación está basada en gramíneas, hierbas, raíces, cereales (en verano, cuando las dehesas quedan completamente secas) e incluso aceitunas. Cuando se nutren con bellotas, la carne adquiere un sabor aromático muy especial, una de las tantas razones por la que nuestros productos son una elección más que recomendable.

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